Santo Domingo.- El candidato de la coalición opositora de Venezuela, Edmundo González Urrutia, llegó este jueves al Palacio Nacional, donde fue recibido por el presidente Luis Abinader, en un acto denominado “Apoyo a la democracia en Venezuela”.
Posteriormente, se llevó a cabo una audiencia privada con el presidente Abinader, en el Salón Blanco.
En esta reunión, el jefe de Estado dominicano estuvo acompañado de la vicepresidenta Raquel Peña, y los ministros de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez; de la Presidencia, José Ignacio Paliza, y Administrativo de la Presidencia, Andrés Bautista.
Tras el encuentro a puertas cerradas, González Urrutia y Abinader ofrecieron declaraciones ante la prensa.
“A las autoridades venezolanas, aún están a tiempo para pasar al lado correcto de la historia. Abran las puertas a un tránsito pacífico de la democracia. Devuelvan la libertad a Venezuela, porque nunca es tarde para respetar la voluntad de un pueblo que deben amar”, expresó el gobernante dominicano.
En el encuentro se reiteró el compromiso de República Dominicana con los valores democráticos y la libertad en Venezuela.
Abinader destacó que la democracia no es solo un sistema político, sino un pacto sagrado entre gobernantes y ciudadanos, cuyo quebrantamiento representa una traición no solo al pueblo venezolano, sino a toda la humanidad.
“Donde muere la democracia, nacen la pobreza, la persecución y el exilio. Nosotros, los dominicanos, lo sabemos bien”, expresó.
A su vez, hizo un llamado a la comunidad internacional para no ser indiferente ante la crisis venezolana, denunciando las detenciones arbitrarias, la represión violenta y el fraude electoral en el país suramericano.
“El 28 de julio, Venezuela habló con claridad. Su voto fue un grito de libertad, pero ese grito fue respondido con represión y fraude. Por eso hoy levantamos nuestra voz junto a las de otros países, exigiendo el respeto a los derechos humanos”, afirmó.
Asimismo, denunció la represión y el fraude en las recientes elecciones venezolanas, señalando que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de exigir el respeto a los derechos humanos.
