
El sistema operativo ha sido durante décadas el puente entre el hardware y el software. Hoy, esa capa cobra aún más importancia porque estamos entrando en una era híbrida, en la que el talento técnico escasea, los presupuestos se ajustan y los ciberataques crecen. En la que automatizar no es un lujo, sino una necesidad. Y en la que la IA ya no es un experimento, sino un motor de ventaja competitiva.
Según datos de IDC, el 56% de las empresas que utilizan nube pública y el 49% de las que operan en nube privada confían en Linux empresarial como su sistema operativo base, precisamente por los servicios adicionales que ofrece.
“El Linux Empresarial no solo ofrece innovación y rendimiento, sino también seguridad continua, soporte técnico y estabilidad comprobada. Es la base sobre la que las organizaciones pueden construir sin temor, sabiendo que podrán escalar, modernizarse y evolucionar sin perder el control. Porque el futuro no se improvisa. Se construye”, explica Alejandro Dirgan, Gerente Senior de Red Hat Enterprise Linux para Latinoamérica en Red Hat
Un informe reciente de IDC muestra que las empresas que estandarizan su infraestructura sobre Red Hat Enterprise Linux logran beneficios tangibles: ahorros operativos, aumento de la productividad, mejoras en el rendimiento y habilitación de nuevas iniciativas. Se estima que esto puede traducirse en beneficios equivalentes a 26 millones de dólares anuales, con un retorno de inversión (ROI) del 313% en tres años.
“La nueva versión del sistema operativo representa un paso importante para ayudar a las organizaciones a abordar desafíos actuales como contener desviaciones, tomar mejores decisiones desde el inicio del ciclo de vida del servicio, fortalecer la seguridad, automatizar de manera inteligente y reducir la dependencia de habilidades altamente especializadas gracias a herramientas impulsadas por inteligencia artificial”, sostiene Dirgan.
Para Dirgan modernizar los cimientos digitales de una empresa tiene un impacto real en la vida de las personas. Desde la protección de los datos bancarios hasta el buen funcionamiento de las aplicaciones de delivery, pasando por la eficiencia de los asistentes virtuales en centros de contacto.